Sebastiao Salgo es uno de mis fotógrafos predilectos. Documenta los pueblos que huyen del campo para encontrar una vida mejor en la ciudad. En sus imágenes consigue atrapar de una manera magistral, el alma de su gente, la de los pueblos de 43 países.
Sus fotos reflejan su admiración, sensibilidad, respeto y compasión hacía ellos. Imagenes en blanco y negro que hablan por sí sólas.