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sábado, 2 de noviembre de 2013

BRIGHT STAR






Describe los tres últimos años del poeta inglés John Keats, que transcurrieron en Hampstead. Narra con una fotografía exquisita y poética, la historia de amor que vivió con su vecina: una joven diseñadora de moda de apariencia altiva y distante.

Está escrita y dirigida por la neozelandesa Jane Campion. John Keats es interpretado con gran maestría por el actor inglés Ben Winshaw. Su musa, Fanny Brawne, la interpreta la actriz australiana Abbie Cornish.

Es una de mis películas favoritas y creo que siempre estará muy cerca mía, porque adoro la película en sí y, sobretodo, la sensibilidad que refleja su escenografía, su vestuario, su fotografía y la mirada y el diálogo de los protagonistas.

Os dejo con algunas otras críticas. 


miércoles, 30 de octubre de 2013

FIESTA ANIVERSARIO REAPERTURA DEL RESTAURANTE CAFE ROYALY, CADIZ

Gente del mundo del periodismo, la hostelería, políticos, famosos, artistas, músicos, amigos y familia se codearon en el Royalty para celebrar el aniversario de su reapertura.

Un cóctel-cena amenizado con música clásica y jazz. Destacó la elegancia de los asistentes y especialmente la de las mujeres. Y, por supuesto, la exquisita comida elaborada por nuestro chef.

Comparto con vosotros algunas fotos de aquella noche tan divertida y os invito a venir a nuestro próximo cóctel , seguramente en diciembre. Ya os avisaré.

viernes, 18 de octubre de 2013

LES INDIENNES


Hace catorce años, escribí a la creadora de les Indiennes. La decubrí en un artículo de una revista americana, Victoria. Tardó nada en contestarme. Me mandó un precioso sobre pintado a mano con muestras de tela y una carta personalizada escrita a mano. Desde aquel día, intuí, que Les Indiennes llegaría muy lejos y así ha sido.

Hoy es una de las compañías de telas más conocidas y mas populares entre un público bohemian-chic, entre los gypsetters, y gente enemorada del romanticismo, de la India, de lo artesanal y del verano. Eso es lo que respiran sus telas. Por éso me ha sido tan fácil enamorarme de ellas.

Comparto con vosotros ese sobre tan especial  y, asímismo, os dejo con su website.

Estoy segura que seréis muchos los que os enamoraréis de les Indiennes...

Mary Mulcahy, Founder

"I launched Les Indiennes in 2002, a happy result of my own yearning for beautiful hand-blocked textiles. I had a vivid picture in mind of naturally dyed cotton, with airy patterns of big, single colored motifs. Unable to locate anything anywhere, and utterly possessed by the idea of these fresh, simple designs, I decided to go to the source and create my own.

A craftsman named Srinivas from a tiny village in southern India responded, and I knew at once that his work was what I wanted. Srinivas is one of very few craftsman who still practice the ancient art of kalamkari, an extremely complex printing method.

Because of the kalamkari process, Les Indiennes is and will always be a small and exclusive company. The numerous steps and time required simply cannot be rushed- however, the process can be slowed down by monsoons, festivals, etc.!

I would say that my guiding light is seeing exquisite beauty in what many consider a humble craft and translating these designs and products for the western market. I am always working on new block-print patterns and forging new partnerships with artisans in developing countries. The joy of collaborating with skilled craftsmen and women and, the honor of contributing to the support of families and villages are rewards that I frankly did not anticipate, but that now have become essential aspects of my work."

martes, 15 de octubre de 2013

UN VECINO MIO

Me he cruzado con él hace unos veinte minutos, no más. Es también vecino de la arteria que atraviesa gran parte del casco histórico de Sevilla, mi ciudad. Es un niño de unos doce años, guapísimo. Lleva una camiseta de mangas largas, tipo sweatshirt, de rayas azul marino y blancas, una mariniere... conmemorando las batallas de Napoleón.

Su tez perfecta de un blanco perfecto e inmaculado, pelo negro y ojos enormes y marrones, dañados no sé por qué. Su boca tiene forma de corazón, como una fresa muy roja, su nariz es pequeña y su cuerpo fuerte. Camina de la mano agarrando con fuerza la de su acompañante, seguramente su hermano, ya adolescente y también muy guapo.

Los dos caminan firmes, seguros, por el centro de la arteria de la que es mi calle. En su mano izquierda, el niño de doce años y ojos estropeados y enormes, sostiene un bastón que mueve con movimientos rápidos, firmes y decisivos. Roza mi zapato para enseguida rozar el pavimento bajo nuestros pies. Es un niño guapísimo, casi un hombre, ciego, es mi vecino, creo. Al menos hoy, hace un rato estaba en mi calle....

sábado, 12 de octubre de 2013

COLLAGES FOR OUR HOMES/ COLLAGES EN LA PARED PARA CASAS












TRANSITO INICIAL, me ha inspirado para hacer este post. La mayoría de los collages que véis los he hecho yo, salvo los hechos en la pared con fotografía y una ilustración grande de un animal. Se los tomé prestados a TRANSITO INICIAL. Ella hoy habla de ellos.

martes, 8 de octubre de 2013

CAFÉ ROYALTY.UN AÑO MAS TARDE

Hace ya un año que el Café Royalty reabrió sus puertas tras ocho décadas abandonado en el olvido. Son muchas las cosas que me gustaría compartir con vosotros, muchisimas las experiencias y buenos momentos que hemos pasado en el El Café Royalty, así que creo que lo mejor será resumirlas en fotos. Espero veros a todos muy pronto allí, y que seáis protagoistas de muchas de las fotos de este segundo año del Royalty.









jueves, 3 de octubre de 2013

UNA CARTA GONZALO GARCÍA PELAYO


Hoy he recibido un mensaje de Gonzalo García Pelayo, el hombre más polifacético que he conocido en lo que llevo de vida. Hoy director de cine. Tuve la suerte de conocerle a él y a su encantadora familia durante un apertitivo, almuerzo y amena  sobremesa hace unos días en el Cafe Royalty

También conocí a Luis García Gil, escritor de la poesía en la que García Pelayo se inspiró para escribir el guión de su última película Alegrias de Cádiz , rodada en la Tacita de Plata y que se estrenará próximamente en el Festival de Cine de Viena.



En él, me adjunta un artículo escrito por un amigo suyo que fue a conocer su último trabajo.

Comparto ese artículo y os invito a  compartirlo y a animaros a venir a vernos a Cádiz y por supuesto al Café Royalty, o al menos, seguirnos la pista en Facebook o Twitter.

Gracias Gonzalo. Gracias Salvador. Gracias Luis. Gracias Kiko. Gracias Cádiz.




En Cádiz, a ver lo último de Gonzalo
En Cádiz, la gente se despereza tarde, pero una vez que lo hace la ciudad se anima con un alborozo ajeno a cualquier impostura. Todo en Cádiz destila una naturalidad antigua, respetuosa y sabia. Me alojo en la Hospedería del Marqués, en la calle marqués de Cádiz. Los precios de los alojamientos aquí son escandalosamente elevados. Estoy cerca de la Plaza de San Juan de Dios y del barrio del Pópulo.

La Plaza de San Juan de Dios se abre al puerto y reclama su centralidad, concepto que en Cádiz se disputan varios lugares. Está presidida por el edificio del Ayuntamiento y el monumento a Moret. A la plaza, de la que se echa de menos la antigua cafetería “Micay”, desaparecida hace mucho tiempo para ser sustituida por una sucursal de Unicaja, le han puesto unos mástiles que achican el espacio con un fementido cielo de ropa tendida. Ocurrencia de arquitecto que sobra. Algunas casas lucen portones barrocos y me llama la atención la fina rejería de tornapuntas que sirve para colgar sobre ellas las persianillas enrollables y los toldillos.

Entro en el barrio de El Pópulo bajo un arco que me lleva pronto a la iglesia de Santa María, barroca, con una pequeña corte de los milagros en el atrio. Primer encuentro con las casas nobles, aunque sean pobres, sus patios de esquinas ochavadas y los zócalos de la piedra ostionera. Una calle se llama Silencio. Descubro enseguida que Cádiz es la ciudad con más lápidas en las paredes del mundo. La primera que me encuentro es la que conmemora la expedición cartográfica de Jorge Juan al virreinato del Perú; otra de Ulloa, relativa a la sociedad ilustrada que estos marinos crearon. No recuerdo ahora el nombre.

Alcanzo la plaza de la Catedral, ya, por fin, espléndidamente restaurada y de la que ya no caen piedras.  Subo a su torre derecha, desde la que se divisa todo Cádiz, más alto aún que la torre de Tavira.  Empiezo a orientarme. El Puerto está hacia el Norte, al otro lado el Campo del Sur, Puerta Tierra hacia levante y La Candelaria hacia el Oeste…más o menos. Cádiz se fue extendiendo desde el Pópulo hacia el Oeste.

Plaza trapezoidal de La Candelaria: uniforme arquitectura decimonónica, espléndida unidad de estilo, señorial en sus zócalos, balcones y miradores. Ya empiezo a ver que estamos ante el casco urbano decimonónico mejor conservado y más bello de España, probablemente. Luego veré que Cádiz se muestra versátil, camaleónica, según la luz del día y del punto de vista. Las calles, racionalistas, rectas, ilustradas, tienen las proporciones justas entre su anchura y las alturas de sus edificios. Diríase que el sol logra meterse en alguna hora del día por ellas hasta alcanzar la moldura que divide la planta baja de piedra ostionera del resto de los pisos. Hay una arcana sabiduría urbanística que hace aparecer una plaza allí donde la abigarrada trama urbana necesita airearse más. En sus plazas la ciudad se descomprime de su exacerbado racionalismo urbano. En ellas Cádiz se hace latinoamericana. Y desde sus torres, también, pero sobre todo norteafricana. La luz la modela y cambia las remembranzas, por eso, aunque uno crea deambular por la misma ciudad- tal es la discreta uniformidad de su arquitectura- se hace habanera o limeña o tunecina según la luz resbale en ella de un modo u otro, en el Campo del Sur o en la Alameda, en sus baluartes o en su plazas.

La plaza de La Candelaria es trapezoidal; parterres con dragos, palos borrachos, árboles americanos y templetes apergolados. Está presidida por la estatua de Castelar, erigida por los cónsules americanos, porque el elocuente político nació allí. ¡Cuánta gente importante nació en Cádiz! ¡Qué importante fue Cádiz, y que larga y penosa su decadencia!. En la esquina con la calle Cardenal Zapata está el Café Royalty, antiguo lugar de reunión de artistas y diputados, un testimonio de esplendor definitivamente desaparecido si no fuera porque unos emprendedores sevillanos lo han restaurado, magníficamente. Lo inauguró en 1912 el empresario gaditano Emilio Gómez Dorèe. Ambiente artístico y literario.

El sol vuelve a tomar posiciones en la deliciosa Plaza de Topete, triangular, presidida por la estatua de Columela. Y siguen los próceres locales. Puestos de flores y, al fondo el noble edificio de Correos. Es sólo el preámbulo para el descubrimiento del sorprendente Mercado de Abastos, espacio rectangular, como un trozo de ciudad romana incrustado en Cádiz, como si algo de Bolonia se hubiera metido aquí, traído por los ejércitos dieciochistas que arramplaban con todo.   Locales perimetrales alineados a un porche con una columnata de pilares dóricos estriados, taburetes, barriles, mesas para el tapeo, cocina internacional… y todo ello como el peristilo de un templo griego  cuyo “naos” fuera el mercado en sí, un edificio moderno, hormigón blanco de gran presencia y finura, con la luz sabiamente tamizada. El material de los puestos merecería otra visita. Y para finura los entrepaños de la fachada…¿este? ¿oeste?...que enmarcan una exposición permanente de vistas de Cádiz desde la torre de Tavira. Es uno de los sitios más hermosos y animados de Andalucía, quizás de España. ¿Por qué nadie le da bola a Cádiz?  Hay cosas que no entiendo.

Subo a la torre de Tavira, en una visita guiada. La torre está abierta al público gracias a otra emprendedora local. Aquí hay orgullo, más que dinero. Corona la torre el famoso mirador desde el que Cádiz te permite soñar con otras geografías. Es irresistible, por eso las paredes del torreón están llenas de versos. No debe ser fácil glosar el sitio: hay demasiado argumento para el poema. Impecables guías femeninas te enseñan el prodigio de la cámara oscura instalado arriba; piensas en Vermeer, en Rembrandt, quizás en Velázquez;  sí, este espléndido trampantojo ya debió ser usado por estos genios, y te emociona ver la solidez científica del cine, la nobleza física de la óptica- el cristal, el rayo, la reflexión, la luz…- y  esa capacidad primordial para asombrarnos que quizás ya hayamos perdido para siempre. Desde arriba vemos las ciento y pico de torres, con sus distintas “tipologías”. De nuevo las ensoñaciones geográficas, pero esta vez derivando hacia oriente. (Se me ocurre que la Torre de la Vela o del Reloj, de Melilla, encuentra aquí su precedente).

Llego a la plaza de san Felipe Neri y entro en el Museo de las Cortes de Cádiz para ver, fundamentalmente, la famosa maqueta de caoba con incrustaciones de mármol, en donde se ha quedado “fijada” la ciudad del XVIII, casi la misma que la de ahora. Impresionan la cartografía de Cádiz, facsímiles de los planos del Instituto Geográfico, y los retratos de todos los diputados en las Cortes de la Constitución. Emociona, sí,  ver a los diputados americanos y a los clérigos progresistas. Emociona saber que estamos ante uno de los raros momentos en los que España se asoma a la modernidad en la historia,  a la dignidad de las causas que jalonaron el progreso…con el germen de su autodestrucción dentro. Mucho de este espíritu ha quedado en Cádiz, sin embargo; quizás la tolerancia, el desapego elegante hacia esos furores capitalinos que aquejan hoy a todas las ciudades. No quiero referirme a la gracia, porque tendríamos que refundar el vocablo. Ni es la gracia del Espíritu Santo ni la gracia sandunguera que Andalucía supura para marcar un territorio que ha renunciado a ocupar por otros méritos. Prefiero que la gracia de Cádiz permanezca como un misterio, transmisible, pero indefinible, y no hay nada peor que los hermeneutas del misterio. Nada más ridículo que un americano interpretando a los latinos, ni un conspicuo intelectual mesetario explicando a los andaluces. Lo inefable sólo puede transmitirse, no definirse, y eso es lo que mi amigo Gonzalo García Pelayo me tiene reservado para horas después, en el pase privado de su última película “Alegrías de Cádiz”, que es para lo que he venido.

Sigo recorriendo el museo, sólo. Es el museo del siglo XVIII-XIX. No hay libros ni catálogos. El portero, un funcionario. Le arranco algunas palabras. No debe ser de Cádiz. No sé por qué no llamamos al tiempo entre estos siglos el verdadero siglo de oro español: Ilustración, Ciencia, Democracia, Constitución, Celestino Mutis, marinos, Gravina, Apodaca, Jorge Juan, Trafalgar,  científicos, curas decentes…¡hasta una regidora! Cádiz puede considerarse la capital del siglo XVIII; hoy es una sirena varada: aguanta por la inercia de la historia; la tenacidad de la historia se abre paso allí donde el presente se empeña en certificar la decadencia. Bendita decadencia, pues, que permite mantener viva la historia al mantener vivos sus escenarios. El inevitable pus de los 60-70 del pasado siglo que nos hizo pasar por modernidad lo que solo era su ganga, en Cádiz explotó en la barra delante de Puerta Tierra: ahí se contuvo la epidemia, y una ciudad vulgar ha sido el precio que se pagó por hacer que la barbarie se olvidara de Cádiz, que ahora, milagrosamente, florece en ese olvido.

Esplendorosa Plaza de Mina: ella parió a Falla y sabía lo que hacía. (Gonzalo dice en su película que la Plaza de Mina es el coño de Cádiz). Palmeras, selva urbana de ficus, periquitos, dragos, acacias…la plaza y el manglar;  con su vecina Plaza de San Antonio, ancha, soleada, virreinal, y uno trata de imaginar, sin mucho esfuerzo, la excitante bullanga que debía preceder a la Carrera de Indias, o la expectación del tornaviaje, anunciado por el instinto de los marinos, de las esposas, de las amantes…

Alameda de Apodaca al atardecer, baluarte de la Candelaria, Castillo de santa Catalina, rehabilitado, aplanado, suaves rampas que conducen a sus adarves, troneras curiosas desde las que se adivina, al contraluz, el castillo de San Sebastián, barcas fondeadas en el plomo de los bajíos. Y unas gaviotas ponen la banda sonora a esa Muerte en Venecia sin remilgos que es el Balneario de la Palma, delirio oriental filtrado por viajeros ingleses del Grand Tour, un Brighton cañaílla y canalla. Familias enteras sacan al sol sus cuartos de estar, marcando sabiamente el territorio, sin aprietos. Parque Genovés, de nuevo Celestino Mutis, pequeño monumento a Trafalgar, honra a los muertos de cada bando, honor a sus barcos, el Victory, el Bucentauro, el Santísima Trinidad y el san Juan Nepomuceno. (Recordar: leer de nuevo a Galdós).

Está anocheciendo y hay que descansar un poco antes de la película de Gonzalo en el festival “Alcances”.

“Alegrías de Cádiz” arranca con un travelling de 360º desde la torre de Tavira con el fondo de una anécdota descacharrante de Chano Lobato. No hace ni cinco horas que yo mismo estaba haciendo ese travelling en vivo, lo que me produce una cierta sensación de que el tiempo esta vez ha ido para atrás. Escribo ahora de memoria, antes de volver a ver la película. No siempre la primera impresión es la que vale, pero que le digan eso a Debussy o a Manet. Quedo con Gonzalo y Carmen en la plaza de Mina, y allí me presenta a un amigo poeta, Luis García Gil, de esos candidatos a amigo para toda la vida. La Plaza de Mina, ahora, por la noche, es otra. Atmósfera de kermesse y, hablando de impresiones, podría ser Le Moulin de la Gallette de Renoir.

El arte es expresión, impresión y  forma de conocimiento. Ello comporta un artificio; realmente tienen gramaticalmente la misma raíz. La construcción de una obra artística es importante, sí. Necesitamos saberla para aprender la “tecné” de los griegos. Pero lo que legitima a fin de cuentas la obra es lo que transmita. Hay sonetos impecablemente estructurados que no transmiten nada. Una deformación del sujeto es estar continuamente escrutando la técnica, la “estructura” de la obra, no tanto para  sentir lo que dice, sino para reafirmarse a sí mismo en el hecho de “haberla entendido” de lo cual, a su vez, se derivan dos consecuencias: que uno pertenece al club de los perspicaces y que la obra es buena (por eso, porque la ha entendido). Es una ceremonia de reafirmación en la que ha desaparecido la actitud desprejuiciada de quien tiene el valor y la inteligencia suficiente para “dejarse llevar”.  Es como si tuviera la necesidad imperiosa de reconstruir impostadamente los propósitos del autor llevándose la obra a los terrenos de su comprensión, para podérsela explicar razonadamente al vecino. Cuántas veces los autores se han quedado atónitos ante las inusitadas interpretaciones de sus críticos.

“Alegrías de Cádiz” es una película coral, inclasificable, entre el documental y el argumento, utilizando todos los recursos de uno y de otro para transmitir la inefable esencia de una ciudad. Esta película es Cádiz, y además Cádiz es mujer. Y carnaval, y chirigotas, y su urbanismo, y sus tipos, sus cantaores, sus ancianas diosas de sabiduría ancestral. Muchas películas han querido convertir a las ciudades en protagonistas. Algunas la han conseguido, casi siempre como un trasfondo activo, del cual los personajes son hijos o productos. La ciudad en sus personajes, en sus calles, en sus tugurios, en sus luces, siempre en sus luces. El Cádiz de Gonzalo es una especie de “making of” del “making of”  del “making of” de una película que no acaba de hacerse- Pepa- porque las ciudades, salvo las ruinas de imperios pasados, no se acaban nunca y se hacen todos los días. ¿Guión? Sí, de vez en cuando Gonzalo interviene para parar el viento que agita las páginas de ese libro abierto que es la película. Pero el verdadero guión son unas mujeres hablando a su aire a partir de algo que le han hecho decir, transformado por su habla peculiar y torrencial (“torrencial”, como la película), por su forma libérrima de ver la vida, por su enorme poderío de hembra tartésica, diosa atávica que necesita preñarse de todas las facetas de la masculinidad para parir un ser acorde con el exigente espíritu de una ciudad incubada en mil culturas. La película fascina porque lo que transmite- sea por el procedimiento que sea- es auténtico; pero al tiempo desasosiega, porque, como ocurre en todas las películas de Gonzalo, al espectador se le vierte encima tantas dosis de libertad que necesita una entrega y una aceptación total. Es la libertad de su gente, la libertad de sus chirigotas, esas chirigotas cuyas letras siempre, siempre, han caído del lado de la libertad, del progreso, de las virtudes cívicas…¿sería mucho atrevimiento decir que esas chirigotas son pura Ilustración con vitriolo?.

Muchos espectadores pueden sentirse intelectualmente cómplices con esa libertad, pero la propuesta conmina a vivirla, y eso es ya  más complicado. Y es que la propuesta de Gonzalo no ha sido disfrutar de una hora y cuarto de ficción, sino de una intensiva dosis de realidad, hechizante, comprometedora, optimista, intimidatoria… o sea, que uno tiene que estar suficientemente preparado para salir del cine “preñado de Cádiz”, como resume gloriosamente al final  una de sus “pepas”, una de sus bellas sacerdotisas de esa religión antigua que tiene su Vaticano en la plaza de Mina. O su coño.



Salvador Moreno Peralta

jueves, 26 de septiembre de 2013

VOLVER

Vuelvo a la Vida. Vuelvo a nacer. Restablecida la paz y cicatrizadas ya las heridas, navego segura de mí misma.  Mi espíritu vuelve abrazar de una manera un tanto maternal a la Vida. Rastreo mi alma, mi entorno y combato con todo aquéllo que creo pensar que me daña, que me engaña.

De vuelta al escenario y, por momentos también, ( confieso), de vuelta a mi miedo escénico...

Estoy de vuelta... creo...


viernes, 20 de septiembre de 2013

OTRA NOCHE DE RAYAS

Risas falsas, espontáneas, mentiras, verdades. Este café no es un café cualquiera. Es un cafe mugriento... con un lavado de cara romántico en el suelo y lamparas de luna llena.

Paredes forradas de alcohol, verdades, hipocresía y mentiras...Sonrisas, cuchicheos, largas cabelleras, ansia de poder y danza. Y rayas...

viernes, 13 de septiembre de 2013

MI OTRO PAIS

En la Plaza de San Antonio, dos monjas escuálidas arrastran sus hábitos inmaculados, flotando en una esquina como dos ángeles blancos,con la elegancia y delicadeza de una pluma en el aire...

Tras ellas, alcanzo a ver una bandera de España que aletea débilmente pareciendo despertar, y en el otro extremo de la plaza, veo la bandera argentina muy muy lejos... diminuta.

Pienso ahora y comparo el ancho de la plaza con el ancho del océano que separa mi país de mi otro país...

Te echo de menos Argentina.



lunes, 9 de septiembre de 2013

MIS SOBRINAS LAS HADAS


Un día que estaban muy inquietas. les propuse disfrazarlas de hadas. Lo primero que les dije es que fueran a coger  ramas y flores.. y así, mientras lo hacian, pude cerrar los ojos un rato y disfrutar del silencio más absoluto...

No tardaron mucho en volver con una canasta rebosante de adelfas, buganvillas y enredaderas. Con la ayuda de ellas, le hice primero una corona a Mencía, la pequeña, y en ella puse jazmines sueltos que tan inquietos como ella, volaban por el jardín...  Mencía insistía es que quería una capa, porque ella era un hada mágica, como Campanilla. Así que me fui con ella arriba a nuestro cuarto y allí mismo, transformé mi parte de arriba del pijama en su capa mágica.

Cayetana, la mayor, no hacía mas que perseguirnos y reclamar su corona... No quería una como la de Mencia, sino una muuuuuuucho más grande y colorida... así que me fui con ella al caminito donde habitan las flores en el jardín y juntas cogimos las mas llamativas que vimos, y con ellas creé su corona.

Y desnudé sus pies y las vestí de blanco...

domingo, 8 de septiembre de 2013

SANTA MARIA DE ENGRACIA, CADIZ

Buenos días. Por segunda vez, os abro mi alma y dejo que espiéis en ella.

Escribo dentro de una iglesia. Una calle estrecha y solitaria me trajo hasta aquí.  Descanso mi cuerpo tembloroso y asustado en una de sus banquetas, una de las mas cercanas al altar mayor.  Siento una paz inmensa al observar como una de sus hermanas sutilmente prepara el altar con esmero y desliza en sus extremos dos candiles de cristal y de plata, para de nuevo desaparecer en el corazón del convento.Vuelve a aparecer a intervalos y vuelve a desaparecer... de nuevo.

Hay cinco cortinas rojas y lánguidas que protegen las paredes del sol acechante de media tarde. La luz mayor se concentra en la Piedad que preside el retablo policromado negro y dorado, coronado por una corona gigantesca de oro fino.

La hermana ahora enciende las velas de los candiles, hace una genuflexión y vuelve a desvanecerse... Rezo por ellos y por mí. Poso ahora mis pies sobre el suelo antiguo de damas y pienso e imagino a piratas, peruleros, colonos, aristócratas y plebeyos, posar sus pies y deslizarse llenos de gracia y  perdón, atravesando la capilla del convento, camino al Puerto antes de partir a América.




martes, 3 de septiembre de 2013

CAPERUCITA

Tengo un nuevo  proyecto entre manos. No quiero contaros mucho pero sí deciros que está muy relacionado con este collage que he hecho hoy. Espero que os guste!! Buenas noches.

sábado, 24 de agosto de 2013

ESCRITORES

Hay escritores de alma y otros de oficio... 
Escritores efímeros y pasajeros... 
escritores innatos y peremnes... 
Embusteros, soñadores, 
humildes de espíritu y pretenciosos... 
Escritores que escriben por necesidad
y otros por vanidad. 

Todos nos liberamos al escribir,
ya sea poesía, 
mentiras, verdades ... 
sueño o realidad. 

Al compartir el bramido
mudo e inquieto
que se esconde tras nuestra voz apocada y muda... 
dentro de nuestra imaginación
y de nuestra alma, 
experimentamos un sentimiento apaciguador. 
Engendramos un sentimiento de liberación
y placer absoluto y pleno
cuando exponemos aquel bramido a la luz...

Comparto con vosotros un gran consejo de Charles Bukowski. Para todos aquéllos que quieren o creen ser escritores.



miércoles, 21 de agosto de 2013

THE ART MANIAC


Lo sé, lo sé.. ya era hora que apareciera por aquí pero.. aunque no os lo creáis, llevo sin conexión a internet todo este tiempo!! A mí tambien me parece mentira...

Tengo varios posts en mi cabeza pero hoy prefiero ordenar un poco mis ideas . Así que aprovecho para hacer algo que hace ya mucho tiempo llevo queriendo hacer:  dar la gracias a Laura Gandia de Cock por elegirme hace unos meses como artista del mes y recomendaros su blog THE ART MANIAC. Sin duda, uno de los mejores que conozco.  Os dejo con el  post que me decidó y os animo a seguirla, sobretodo a los artistas, galeristas y a aquéllos que  como yo son unos apasionados de mundo del arte.

Laura se define a sí misma como una persona observadora y apasionada. Discípula de su abuela Philo, su mejor maestra. Fue ella quien le introdujo en el mundo del arte y contagió su fascinación por él. Os mantendrá informados de la trayectoria y los pasos de los artistas ya consagrados y los que están en auge, de sus exposiciones predilectas y de las nuevas tendencias en decoración con piezas de arte. Hacedme caso y seguidla ;)

Un beso grande Laura!! Un día deberías dedicarte un post a ti misma! Eres una bellísima persona, una gran pintora y una excelente bloguera!! Mucha suerte!!!

martes, 4 de junio de 2013

ESCENAS GALLEGAS COSTUMBRISTAS EN MADRID


Hace unos días, durante una corta estancia en Madrid, me topé inesperadamente en Gran Vía con una excelente exposición de fotografía. Un laberinto de imágenes neorrealistas acertadamente distribuidas en la mayor de las salas de exposiciones de la Fundación Telefónica. Se trata de la obra de Virxilio Vieitez: un fotógrafo gallego de origen muy humilde que en absoluto se consideraba a sí mismo como autor y que, probablemente, jamás pensara que, después de cincuenta años, se habría reconocido en su trabajo fotográfico el valor autorial y artístico que le ha situado en una encrucijada entre géneros y saberes. Esta es la exposición mas exhaustiva que se ha realizado de su trabajo hasta el día de hoy.

Su obra fue siempre realizada por encargo. Se limitaba a documentar la vida cotidiana de sus paisanos y sus fiestas: una boda, una primera comunión, una romería… El escenario: aserraderos, carnicerías, bares, escuelas de costuras, calles, prados, bosques y arroyos, han sido testigos de su exquisita habilidad para crear puestas en escenas que dieron como resultado fragmentos bellísimos de la realidad de la vida rural de la provincia de Pontevedra durante la década de los cincuenta, sesenta, setenta y ochenta. En esta exposición podremos ver la dignidad que concedía de una manera intuitiva a las personas que retrataba: campesinos, payasos, loberos, señoritos, guardiaciviles, músicos…

Me llamó especialmente la atención que muchas de las personas a las que fotografió sostuvieran flores. Me hizo acordarme de esta foto de mi abuela de niña con sus primos en el campo y su niñera mexicana. Un día os enseñaré fotos antiguas de mi familia que, sin duda, despertaron en mí el interés por las escenas costumbristas. Las fotos de Virxilio Vieitez me han devuelto las ganas de volver a fotografiar  la España rural. Cuál será mi próximo destino?