Voces entrecortadas, roncas... La mirada intensa de un cazador innato. Un viaje a Africa que nunca existió. Una bici. Una escalera serpenteante. Una casa hecha con retales de otras. Una alberca con sabor a mar. Almohadones en el suelo. Literatura. Receta adoptada e inventada. Oporto. Risas. Las nanas de alguien
al que conocí
hace ya ocho años... Una caja de chocolate exquisito. Atención. Flirteo. Discreción. Amabilidad. Animo. Paciencia. Timidez. El reencuentro de dos
ánimas afines. Un fotógrafo de
éxito y una viajera incesante y de nuevo cohibida, que vuelve a alejarse y desaparecer...
Ana
ResponderEliminartu genialidad me embarga
tus palabras que tiras al aire
y la foto de la espalda de una mujer
con salero
que sabe vivir lo que ama
Hola Ana te he localizado en un blog en el que comento y comentas y sólo pedirte esta foto para un viejo poema mio que pondré en mi blog pronto.La verdad es que me gusta lo haces trasmites belleza y me acercaré por tus lares.
ResponderEliminarUn saludo
Rubén
La foto no es mía. La hizo Vivian Maier. Leeré tu poema. beso
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