Hay líneas oblicuas enderedor mía que confunden el horizonte, iluminado por una telaraña naranja muy fina con sabor a salitre. Reminescencia tal vez de la noche de lobos, en la que la luna se tiñó de naranja y Marte se acercó tanto a coquetear con ella que la luna se reflejó en él...
Hay sonrisas intermitentes, caricias tímidas. Sólo hay un mundo y en él sólo nosotros, No hay calles. La realidad no es sólo mía sino nuestra. Mis pasos son torpes y mi dependencia absoluta. De vez en cuando, entablo una conversación con algun desconocido. Es entonces cuando despliego mis alas y recupero el aliento.
Un sueño de texto hecho realidad a través de tus palabras Besos para vos mujer
ResponderEliminar.Y ya ves nos vamos moldeando seguimos aprendiendo que la vida no es fácil de vivir al menos la mía porque yo me la complico
Precioso,Ana,tanto el texto como la imagen.
ResponderEliminarBesos.
eres única
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