María Mmmaga. ¿ Cómo era posible? Encogí los ojos para ver si había leído bien el rótulo parpadeante en pleno corazón de Knightbridge. Sí, Maria Maga, había leído bien. Entonces recordé.
Tras las enormes cristaleras que cierran la cocina y la comunican con el jardín, mis primos y yo espiábamos absortos a María. En la despensa de nana nunca faltaban habichuelas, chauchas, judías verdes... como quieras llamarlas. Y es que su familia, desde hace más de trescientos años, tiene plantaciones en Colombia, Guatemala y Méjico.
Nana también había heredado muchísimas recetas de su familia. La
favorita de todos eran las habichuelas de mantequilla. Menos para Eloy,
que adoraba la ensalada picante con sésamo, plato de María quien siempre eleboraba una nueva forma de hacerlas. Recetas que se negaba a compartir. Es muy probable que fuera la facinación por lo secreto lo que nos atraía. Siempre corríamos a la mesa inquietos, ansiosos por descubrir la nueva receta de María.
Eloy tenía fijación por la cocina y la magia. No supo decidirse por ninguna de las dos profesiones, así que se convirtió en ambas cosas: mago y cocinero, como María. Y ahora yo, como cuando era niño , espiaba tras la cristalera del restaurante, absorto por descubrir la magia de los platos de Eloy.