Cobijada bajo sus alas, crecí y me formé , sin darme cuenta, a su imagen y semejanza. Y fue así, donde aprendí a querer a los que nadie quiere. Hay seres que son rechazados por tener un defecto. El me enseñó a encontrar en ese defecto ternura y singularidad. Escogía siempre el cachorro defectuoso, el tímido, el enclenque, el débil. Y me enseñaba a querer su fragilidad, despertando en mí el instinto de protección. Lo mismo hacía con las personas. Buscaba siempre la humildad. Creo que el atributo más admirado por él era ese. Me haces tanta falta, papá.
Papá y Blas. El perro "defectuoso" de una preciosa camada de un criador de Schnawzer Enanos en Palm Beach. Yo iba con él. Nada más verlo, lo cogió en brazos y dijo: "Me llevo este." Era un cachorro flaco, feucho, con paso torpes y huidizo. Al salir de allí, inmediatamente, fuimos a un veterinario de urgencias. Blas tenía una severa neumonía y, de no ser por mi padre, hubiera muerto ese mismo día.
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ResponderEliminarGracias. Q bonito cómo lo describes
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ResponderEliminarTe extraño ¿por donde andas?
ResponderEliminar¿Estas recordando o viviendo?
Hola mi bella como estas?Yo bien y feliz de estar viva
ResponderEliminarMe gustaria verte escribir mas eres una de las pocas que escribe bien con sentiientos y desde el alma de tu mente
Muchas gracias por tus halagos y por animarme. Me gusta escribir especialmente sobre los sentimientos.
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