En Higuera, cada verano, en el cuarto de baño del fondo, el verde agua, me subía a un taburete ante el espejo buscando inquieta mi reflejo. Hoy lo hacen mis sobrinas, preguntándose lo mismo que yo: ¿Llegaré algun día a ser tan alta como para alcanzarlo yo sola?
Preciosa y tierna instantánea.
ResponderEliminarMuy chula toda la serie que has publicado.
Felicidades.
Y buenas fiestas,Ana.
Besos.
Q ilusión que te haya gustado. Tú tienes mucha sensibilidad y buen gusto. FELIZ NAVIDAD! beso
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